LA MEJOR LUZ EN TU BAÑO

Uno de los principales elementos a tener en cuenta en el baño es la iluminación. Es una estancia en la que es importante contar con luz abundante, ya que es el lugar donde nos aseamos y nos preparamos para salir. La correcta iluminación nos hará más fácil el momento del afeitado o el maquillaje y nos hará estar más relajados y disfrutar de la ducha o el baño.

La luz en el techo permite una buena iluminación general, pero siempre es recomendable una luz frontal, en el espejo, para evitar que se produzcan brillos y sombras no deseadas. La luz que incide desde arriba puede resultar incómoda a la hora de ponerse frente al espejo, ya que al caer desde arriba se producen esas sombras que molestan e impiden una correcta iluminación.

La luz en los espejos ha de ser neutra, para evitar que cambien los tonos y la imagen reflejada sea lo más fiel posible, sin que se produzcan cambios en la tonalidad de la piel o provoquen sombras que entorpezcan la visión. Además, ha de estar colocada de manera que no provoque brillos y se reparta de forma uniforme. Puede ser independiente a la luz general y encenderse solo cuando es realmente necesaria.

Para ayudar a la luz a crear una sensación luminosa, lo ideal es contar con azulejos claros. El preferido es el color blanco, así que podría combinarse con una cenefa de color. Se puede optar por colores vivos en esta, para incrementar esa sensación de luminosidad. De todas maneras, siendo la base de color claro y luminoso, la cenefa puede ser de cualquier color. También se puede optar por poner alguna pieza suelta de otro tono o color, para dotar al baño de más vida y hacerlo más agradable a la vista.

De todas maneras, hay que recordar que una de las principales aliadas de una correcta iluminación es la luz natural, así que se ha de tener en cuenta siempre el aprovechar la oportunidad de abrir las cortinas o las ventanas y dejar que el sol entre en la estancia.